Puebla, Puebla, a 5 de Junio de 2020. Con el objetivo de desarrollar un dispositivo que permita a los médicos auscultar a sus pacientes sin necesidad de despojarse de su equipo de protección, un médico y un investigador de Puebla trabajan en un estetoscopio inalámbrico que podrá ser accesible y de bajo costo.
Este proyecto, que cubre los requerimientos técnicos, surgió a raíz de la presente contigencia sanitaria del Covid-19, pero podría en un futuro convertirse en una herramienta que podrán utilizar médicos en todo el país y en el extranjero. Actualmente, hay estetoscopios inalámbricos muy costosos. Esta solución busca crear un producto que sea accesible, sobre todo en este momento.
Los dos investigadores que han desarrollado el estetoscopio son los doctores Alfredo González Fernández, del Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Electrónica (INAOE), y Ernesto Figueroa Téllez, médico adscrito al servicio de Urgencia del Hospital General de Cholula, Puebla, y de la Beneficencia Española en la Angelópolis. El proyecto ha sido sometido a una convocatoria del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), con el objetivo de obtener recursos para desarrollar un instructivo que permita a cualquiera hacer su propio dispositivo comprando instrumentos baratos y de fácil acceso en el mercado, y utilizando aplicaciones de celular que permitan a los médicos escuchar, analizar y clasificar los estertores de sus pacientes.
El Dr. Ernesto Figueroa Téllez, médico adscrito al servicio de Urgencias del Hospital General de Cholula y de la Beneficiencia Española, comentó que la idea del proyecto surgió recientemente: “La primera vez que entré al covitario, que es donde están los pacientes con sospecha o confirmación de Covid-19, con mi equipo de protección personal y todo está sellado y protegido, me di cuenta, a la hora de explorar al paciente, que no es viable hacerlo con el equipo puesto. Hay que quitarse parte del mismo para hacer la auscultación, ponerse el estetoscopio, lo cual es riesgoso tanto para el médico como para el paciente. Esto es un obstáculo grande, no puedes darle una atención de calidad al paciente y con esa idea fui con Alfredo y le comenté mi inquietud de la posibilidad de hacer un estetoscopio para evitar estas complicaciones. Y esto fue lo que se le ocurrió, este desarrollo puede tener muchas aplicaciones”.
Por su parte, el Dr. Alfredo González Fernández, investigador de la Cordinación de Electrónica del INAOE, dijo que en el grupo de investigación de Electrofotónica del INAOE se realiza investigación de frontera que se traducirá en aplicaciones o tecnología dentro de muchos años o décadas. En este caso, más que aplicar el trabajo que realiza en el INAOE, empleó las habilidades que ha desarrollado como investigador para resolver problemas, lo que le permitió idear una solución rápida y práctica.
“En realidad en este proyecto no hay mucho desarrollo desde el punto de vista básico. Se trató de tomar los conocimientos para discriminar dispositivos que se pudieran utilizar de manera rápida, que tuvieran disponibilidad inmediata y que pudieran aplicarse a un problema emergente. El papel de la Electrónica vino en la parte de evaluar no sólo la viablidad, sino la capacidad del dispositivo, porque estamos hablando de un dispositivo de salud que tiene que funcionar bien, porque no queremos que dé falsos positivos o que se le pase un positivo. Además de la idea, que a cualquiera se le pudiera ocurrir, de tomar un micrófono y ponérselo a un estetoscopio con una bocina bluetooth, vino la parte de investigar los rangos de frecuencia acústica que necesita el Dr. Ernesto para identificar las características del Covid-19. Él le coloca al paciente el estetoscopio y busca sonidos específicos que se llaman estertores crepitantes y subcrepitantes en el contexto médico. Se investiga qué frecuencias de sonido deben tener, qué frecuencias temporales deben aparecer y con ese estudio teórico desarrollé una serie de lineamientos que el dispositivo debe cumplir y poder estudiar, en el primer prototipo propuesto, su capacidad de detectar esos rangos de frecuencia acústica, y la bocina de amplificarlos y reproducirlos, esto es instrumentación básica”.
Agregó que este prototipo tiene otras implicaciones por tratarse de un dispositivo de salud. Por ello, las evaluaciones tienen que ser muy estrictas. Informó asimismo que están sometiendo este proyecto al Conacyt en el marco de la convocatoria “Apoyo para proyectos de investigación científica, desarrollo tecnológico e innovación en salud ante la contingencia por Covid-19 2020-1”, y su aprobación les permitiría en el mediano plazo evaluar, más allá de cualquier duda, la capacidad del dispositivo para su distribución masiva. “En este momento de emergencia son los médicos los que están haciendo esa evaluación. Y una primera etapa es de comparación, comparar el dispositivo que tienen con este y estar seguros de que funciona”.
Al respecto, el Dr. Figueroa Téllez abundó: “Ahora estamos probando el instrumento con pacientes, esto es importante porque es el punto clave del desarrollo de este producto. Lo que estamos haciendo en este momento es ir con los pacientes y, con un dispositivo armado y ensamblado, estamos escuchando. Estamos encontrando los estertores, los sonidos característicos de las neumonías ocasionadas por el corononavirus. Ahora estamos en pruebas y comparando el dispositivo con un estetoscopio convencional y el sonido que pretendemos buscar sí lo estamos encontrando”.
El Dr. Alfredo González manifestó que, una vez pasada la emergencia, es indispensable entregar un dispositivo que funcione: “El proyecto en el marco de la convocatoria Conacyt tiene varios objetivos, uno fundamental es que sea ampliamente disponible para todos. Y cómo pensamos hacerlo: al ser un dispositivo que utiliza elementos básicos, proponemos hacer un instructivo audiovisual e impreso basado en todos los estudios previos que dé instrucciones precisas que le permitan al usuario adquirir en tiendas no especializadas el tipo de micrófono, parlante de bluetooth y los estetoscopios de bajo costo, así como las instrucciones para ensamblar el dispositivo y una aplicación para Android para el celular que ellos puedan descargar y estar seguros de que eso funcionará. La parte central es hacer el estudio de qué equipos y materiales se pueden utilizar, y el estudio y programación cuidadosa de la aplicación y los teléfonos celulares para asegurarnos de que con esas instrucciones funcionen los dispositivos. Ahora sigue la etapa de análisis para que pueda ser aprobado por la Cofepris y por estándares médicos internacionales más allá de este caso de emergencia”.
Finalmente, informó que el M. C. Carlos García Lucero, egresado del INAOE y experto en programación de Android, ya está desarrollando el software. “El proyecto da la posibilidad de crear una herramienta que para un médico es útil, necesaria y que servirá a todo el país y a todo el mundo si se cumplen los estándares necesarios a un bajo costo, lo cual en este momento es fundamental.”
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