Los equipos de aterrizaje y recuperación de Boeing y la NASA, completaron recientemente un ensayo general de aterrizaje de la tripulación en el Puerto Espacial White Sands del Ejército de los Estados Unidos de Norteamérica en Nuevo México, en preparación para las misiones que regresan con astronautas de la Estación Espacial Internacional como parte del Programa de Tripulación Comercial de la agencia.
Cuando los astronautas aterricen después de su viaje a la estación espacial en la nave espacial CST-100 Starliner de Boeing, los equipos de recuperación deben poder sacar a la tripulación de la cápsula rápidamente. En el improbable caso de una emergencia médica, Boeing y la NASA también se asocian con equipos de emergencia locales que están capacitados para brindar el más alto nivel de atención especializada y coordinada.
"Estamos trabajando con equipos de urgencia de primer nivel, que cuentan con todo el personal y un equipo completo de médicos y enfermeras para una variedad de condiciones y disciplinas, lo que nos permite conectarnos con una red de los mejores muy rápidamente", dijo Michael Schertz, coordinador médico de Boeing Starliner y líder del equipo de aterrizaje y recuperación.
Durante el ejercicio de entrenamiento, el equipo simuló un escenario en el que un miembro de la tripulación necesitaba ser trasladado al Hospital de la Universidad de Nuevo México (UNMH por sus siglas en inglés), en Albuquerque a través de un helicóptero médico. El Hospital de la Universidad de Nuevo México es el único centro de salud académico en el estado y sirve como el principal hospital de enseñanza de la Facultad de Medicina de la Universidad de Nuevo México, lo que significa que su personal utiliza investigación médica de vanguardia, tecnología y atención especializada al paciente.
“Mientras que la probabilidad de que un incidente médico requiera este nivel de atención es pequeña, simplemente no sabemos lo suficiente como para descartar el riesgo. Como tal, nos preparamos para lo peor con la esperanza de que nunca lo necesitemos”, dijo Chris Ferguson, astronauta de Boeing y director de Operaciones e Integración de la Tripulación Comercial.
El Starliner de Boeing está diseñado para aterrizar en tierra y se espera que lo haga en una de las cinco posibles zonas de aterrizaje en el oeste de los Estados Unidos, incluidas dos en Nuevo México y una en Utah, Arizona y California respectivamente. Los equipos de seguridad se están coordinando con el departamento de salud de la Universidad de Utah para el sitio de aterrizaje de Utah, con el Centro Médico Universitario de Tucson, un hospital académico afiliado a la Universidad de Arizona, para la zona de aterrizaje de Arizona, y la Base de la Fuerza Aérea Edwards para los aterrizajes de California.
Durante la última "ejecución registrada del ejercicio", se introdujeron obstáculos para simular un escenario de emergencia, en el que el equipo logró ubicar el Starliner, configurar el equipo de soporte de la cápsula, abrir la escotilla y retirar a la tripulación en menos de una hora.
“Los equipos de aterrizaje y recuperación trabajan contra reloj”, dijo Ferguson. “Hay razones por las que la tripulación debería ser extraída de la nave espacial en un tiempo fijo de aproximadamente una hora. Esto requiere toda la habilidad, coordinación y práctica de un equipo de boxes de coches de carreras. Como tal, este fue el evento de graduación de los equipos y lo hicieron muy bien. Estaba muy orgulloso de su actuación”.
La mayoría de los lugares de aterrizaje son muy remotos y pueden experimentar cambios extremos de temperatura en un período de 24 horas. También hay vida silvestre, incluidos escorpiones venenosos y serpientes que pueden dañar al personal. Esto se tiene en cuenta en los planes para poder garantizar contra toda falla, el transporte de cualquier persona que necesite atención, sin obstaculizar las operaciones de aterrizaje y recuperación.
Estos ejercicios son un paso necesario para preparar a los equipos en todos los aspectos de una misión antes de la segunda prueba de vuelo orbital sin tripulación de Boeing (OFT-2), así como los vuelos tripulados a la estación espacial.
“Las misiones del Programa de Tripulación Comercial no terminan hasta que los miembros de la tripulación estén fuera del Starliner a salvo”, dijo Steve Stich, gerente del Programa de Tripulación Comercial de la NASA. "Los ejercicios de entrenamiento como este, son esenciales para garantizar que todo el equipo esté preparado para cada escenario".
Boeing también entrena con los departamentos de Bomberos de White Sands y Dugway, así como con varios municipios del condado de Cochise para garantizar que esta misma calidad de atención esté disponible en todos los posibles lugares de aterrizaje.
“Si bien traemos muchos de nuestros propios recursos para apoyar un aterrizaje, dependemos en gran medida de las autoridades locales para que nos ayuden con la seguridad y protección del público durante los eventos de aterrizaje”, dijo Ferguson. “Los equipos de urgencia de las instalaciones médicas con las que colaboramos, también han estado muy interesados en participar y aprender de los expertos de la NASA sobre medicina espacial. A medida que los vuelos espaciales se vuelven más comunes, habrá una creciente necesidad de familiarizarse con este campo. Es un papel muy especial y ellos han estado a la altura para afrontar el desafío".
La NASA y Boeing calculan que después del 25 de marzo se realizará el lanzamiento de OFT-2 , y en el verano de 2021 la Prueba de vuelo de la tripulación de la compañía. Los miembros de la tripulación de Barry "Butch" Wilmore , Mike Finke y Nicole Mann continúan entrenando para la prueba inaugural de vuelo tripulado de la nave espacial Starliner.
Artículo original en: https://www.nasa.gov/feature/nasa-boeing-test-crew-return-and-recovery-procedures
Traducción por : Jorge Luis Herrera Cordero
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